lunes, 12 de noviembre de 2012

'Me pregunto qué soñaba antes de conocerte.'


Podrías estar con quien quisieras.. con alguien que te diera más cosas..
- Pero yo no quiero cosas.

'


 Y sí, puede que tal vez me haya cansado. Quizás me haya cansado de desilusiones, de soñar despierta o de mirar el móvil cinco veces cada vez que me despierto en mitad de la noche. Y quizás también me haya cansado de esconder mis sentimientos, de fingir que todo da igual, de hacer como que no te he visto cuando al mismo tiempo me vuelan mil mariposas en el estómago. Y también de ver películas de amor con final feliz, y de preguntarme por qué yo todavía no he tenido ningún final así. Cansada de dar pasos equivocados, de odiarme a mí misma por no ser capaz de odiarte a ti, cansada de tumbarme en la cama en plena tarde de domingo mientras ahí fuera pasa la vida como si nada. Cansada de tantas cosas, que ya no recuerdo por qué cogí ese camino, por qué me ilusioné tantas veces como una cría, por qué no fui capaz de decirte aquel día que me pasaría la vida sentada a tu lado sólo para oírte respirar.
Y ahora que todo ha pasado, todavía me pregunto por qué después de este tiempo no he sido capaz de cansarme de ti.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Quiero ser esa sonrisa en tu cara.

'Hola Buenos días, ¿Te has preguntado cuántas veces sonríes y te ríes al día? Yo sí. La risa es la reacción de los humanos a momentos o situaciones de humor: una expresión externa de la diversión. La risa favorece la digestión al aunmentas las contracciones de todos los músculos abdominales. La risa contribuye a aplacarla ira. La risa contribuye a un cambio de actitud mental. La risa nos libera del temor y de la angustia. Aún así no es lo mismo reír que sonreír. Sonríes cuando le ves a él.


http://www.youtube.com/watch?v=USfeAueWUIE&feature=player_embedded

jueves, 22 de marzo de 2012

A veces me pregunto si tu también sonries cuando hablas de mi.
Por muchas noches en blanco que uno dedique a pensar en su biografía sentimental, la verdad es que encontrará pocas soluciones, podrá parchear tal o cual relación, pero al final volverá a pasar lo de siempre, que en un momento dado saltaran pedazos, como en tantas otras veces, porque uno es como es, y no es fácil dejar de serlo para querer a alguien, es casi… un combate perdido de antemano, así que lo mejor que nos podría pasar es que las relaciones sentimentales vinieran con fecha de caducidad, como los yogures, así sabríamos de antemano cual es la fecha del final, y no perderíamos el tiempo en inseguridades, sospechas ni discusiones, nos dedicaríamos a disfrutar cada momento hasta la última décima de segundo.
Aunque… si lo piensas, lo bueno de no tener fecha de caducidad es que nos permite seguir soñando con que, esta vez sí, ese yogurt, pueda conservarse para siempre.

miércoles, 14 de marzo de 2012

"Me gusta el whisky, los coches rápidos y la ropa cara, y me gustas tú, ¿que mas quieres saber?"

No me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.



No hace falta que me digais eso de que perdéis la cabeza por eso de que sus caderas,
ya sé de sobra que tiene esa sonrisa y esas maneras, y todo el remolino que forma en cada paso del gesto que dá.
Pero además la e visto seria ser ella misma, y enserio que eso, no se puede describir en un poema.
Por eso, eso de que me cuentas mírala como bebe las cervezas, y cómo se revuelve sobre las baldosas, y qué fácil parece a veces enamorarse.
Todo eso de que ella puede llegar a ese ese puto único motivo de seguir vivo, y a la mierda con la autodestrucción. Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dió dos besos y me dijo su nombre.
Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente para decirte, venga, hazte un peta, y me lo cuentas. No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece, luego te abrace, y luego no sepas como deshacerte de todo el mundo.
Así que supondrás que yo soy el primero que entiende, que pierdas la cabeza por sus piernas, el sentido por sus palabras y los huevos por un mínimo roce de mejilla. Que las suspicacias, los disimulos cuando su culo pasa, las incomodidades de orgullo que pueda provocarte, son algo con lo que ya cuento. Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada, que hace tiempo que escribo los míos.
Que yo también la veo, que cuando ella pasa por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo. Que se como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior. Que conozco su voz en formato susurro, y en formato gemido, y en formato secreto. Que me sé sus cicatrices y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ria. Que no sólo conozco su última pesadilla, también las mil anteriores, y yo sí que no tengo cojones a decirle que no a nada, porque tengo más deudas con su espalda de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).
Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella, rendida a ese puto milagro que supone que exista. Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos, y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino, y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana; no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo. Que lo de "Mira sí, un polvo es un polvo", y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas, y sólo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.
Que te entiendo. Que yo escribo sobre lo mismo. Sobre la misma. Que razones tenemos todos.
Pero yo, muchas más que vosotros.