Te quiero, ¿lo entiendes? Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero.
Podría repetirlo hasta que mis labios se sequen y las palabras dejen de tener sentido.
Podría escribírtelo en aleman o en chino, al revés, con letras rojas, rosas, amarillas o con tinta invisible.
Podría tatuármelo en la frente, para que lo vieras cada vez que me miraras.
Podría hacer que un avión lo escribiese en el cielo, como en las películas, o que apareciese en el marcador, en el medio de un partido.
Pero no sé pilotar aviones ni me gustan los partidos, ni se hablar chino ni aleman, me dan miedo las agujas y nunca supe encontrar tinta invisible. Solo me queda decírtelo....
Podría escribírtelo en aleman o en chino, al revés, con letras rojas, rosas, amarillas o con tinta invisible.
Podría tatuármelo en la frente, para que lo vieras cada vez que me miraras.
Podría hacer que un avión lo escribiese en el cielo, como en las películas, o que apareciese en el marcador, en el medio de un partido.
Pero no sé pilotar aviones ni me gustan los partidos, ni se hablar chino ni aleman, me dan miedo las agujas y nunca supe encontrar tinta invisible. Solo me queda decírtelo....
Te quiero, ¿lo sabías?
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